La sobrecarga de datos en la red de acceso se está volviendo un gran problema para los operadores. Sin embargo, existen tantas respuestas distintas al problema que a veces es complicado separar la realidad de los mitos que hay en cuanto a la eficacia y eficiencia de cada solución. Desde las tecnologías de auto optimización de redes (SON) hasta las pequeñas celdas y descargas de Wi-Fi, hay beneficios firmes para cada solución. No obstante, muchos operadores no cuentan con los recursos para implementar todos los cambios a la red que quisieran, así que, ¿de qué manera pueden ellos estar seguros de que maniobran como se debe para resolver los problemas más inmediatos?
Al considerar la selección de una solución, existen tres categorías de requisitos. La primera categoría es el impacto que tendrá la implementación en la capacidad de la red – ¿hablamos de un impacto limitado o de uno que alcanza a toda la red? ¿Ese impacto afecta a unos pocos suscriptores o a todos? La segunda es la del tiempo de implementación. ¿Es ésta una tarea de horas, semanas, meses o años? La tercera categoría, y una que no es de sorprender, es el costo. Hay ciertas tecnologías que sencillamente cuestan más que otras, independiente del proveedor que las ofrezca. Con lo anterior, veamos cada una con mayor detalle.
La primera tecnología es la llamada tecnología SON, cuyo impacto en la capacidad de la red es sumamente alto. Generalmente eleva la capacidad de todos los suscriptores en un 10 – 20%, que es alto considerando que se trata de una solución basada en software. El tiempo de implementación es muy rápido ya que este tipo de soluciones no requieren de cambios a la infraestructura actual de la red. Sin embargo, incluso con esas ventajas, el costo frente a otras soluciones alternas, es bajo.
La segunda es la limitación de tráfico en la red central, esto mediante la función de políticas y reglas de carga (Policy Charging Rules Function, PCRF) que también puede tener un impacto positivo sobre la creación de capacidad en la red y más importante aún, en la diferenciación de la experiencia del suscriptor en condiciones de mucha congestión. Por ejemplo, al proporcionarle consistentemente a clientes clave un alto nivel de calidad en el servicio incluso cuando hay mucha congestión de redes, mientras que se le resta prioridad a la calidad del servicio de otros suscriptores temporalmente. Esto exige la integración de datos RAN directamente a la función PCRF. En cuanto al aumento en la capacidad de la red bajo condiciones de alta congestión, la limitación de tráfico sigue sin tener tanto impacto como SON.
La tercera tecnología se trata de la descarga de Wi-Fi que es un poco complicada resumirla porque depende de la definición y escala de la descarga. Existe la descarga de Wi-Fi ‘natural’ cuando el usuario prefiere valerse del Wi-Fi en casa o en la oficina, en lugar de la red de datos celulares. Los operadores de redes móviles se benefician de ello sin tener que hacer nada. Pero luego tenemos la descarga de Wi-Fi enfocada en las redes públicas, especialmente en los entornos urbanos muy densos donde ocurre la mayor parte de la congestión de la red móvil. El impacto puede ser alto o bajo según el entorno y la escala de la implementación, y generalmente se enfoca solamente en las ciudades. En este ejemplo, los suscriptores pueden ser descargados hacia redes de Wi-Fi disponibles mediante una autenticación ininterrumpida al Wi-Fi, o mediante sofisticadas soluciones ANDSF donde a través de políticas se establece cuándo y bajo qué condiciones se descarga un dispositivo hacia Wi-Fi y hasta la calidad de la experiencia en la red de Wi-Fi o la móvil.
Y luego existe la implementación de pequeñas celdas. Las pequeñas celdas en los entornos residenciales son de relativo bajo costo (particularmente si el operador logra que el suscriptor las pague). Pueden implementarse rápidamente pero tienen un bajo impacto por dispositivo con un rango de apenas 20m y 10 suscriptores. Las implementaciones de pequeñas celdas metro y micro requieren de mayor planeación e inversión que ninguna de las otras opciones en esta lista. El impacto en la red naturalmente depende de la escala de la implementación.
Aunque el impacto de extender las macro celdas puede ser alto, también lo puede ser el costo, particularmente al agregar sitios en lugar de agregar operadores o dividir sitios. Y el tiempo de implementación será de meses.
Finalmente, el impacto de un nuevo espectro se siente a nivel nacional y puede ser sumamente potente. Pero se trata de un camino largo y caro, incluso cuando se vuelve a cultivar el espectro por la adquisición de nuevo espectro. La implementación puede tardar años (hasta cuando se hace caso omiso de las maniobras políticas antes de siquiera llegar allí). Los costos pueden ser astronómicos.
Aquí no hay tecnologías malas y nuestra expectativa es que todos los operadores decidan instrumentar una combinación de todos los planteamientos. Cada uno de estos puede existir en absoluta paz dentro de los planes de largo plazo de un operador. Sin embargo, son pocos los operadores que cuentan con los recursos para realizar proyectos de inversión de gran escala dentro de un ejercicio presupuestario. Con eso se limitan las opciones de impacto inmediato.
Actualmente, la tecnología con el mayor impacto en la capacidad de la red es también la más rápida de implementar: SON. Por lo anterior, no es de sorprender que ya ésta encabece la lista de las más implementadas por los operadores.
– Martín Bolfeta, Country Manager, Amdocs México
