“El mundo cambió de un momento a otro por el Covid-19 y el sector educativo en todos los niveles está buscando la manera de adaptarse a la nueva normalidad, y más frente a la necesidad de transmitir las habilidades que el mundo laboral está demandando debido a su aceleración digitalización y al surgimiento de nuevas destrezas y conocimientos”, expresó Sergio Agudo, director general para LATAM en Udemy.
En este contexto, el directivo dio a conocer las habilidades que están emergiendo y que los líderes educativos necesitan desarrollar para adaptarse a la nueva normalidad:
1. Generación de storytellings atractivos para captar y mantener la atención de los estudiantes; es fundamental si consideramos que en casa o donde se conecten hay distracciones o tras cierto período de tiempo, haya cansancio por estar mirando fijamente la pantalla.
2. Transformar el contenido transmitido en las aulas de clases a videos cortos o con elementos audiovisuales que mantengan la esencia y profundidad del conocimiento y al mismo tiempo sean fáciles de comprender. Esto no sustituirá la importancia de leer y escribir, pero será la forma idónea para acercarse a generaciones más jóvenes.
3. Creación de videos con dispositivos móviles y dominio de programas de edición y producción de animaciones. Escribir en el pizarrón o la creación de una presentación será cosa del pasado, si bien no desaparecerán por completo, por tiempo indefinido dejarán de utilizarse mientras las clases sean en línea.
4. Conceptos básicos de soporte tecnológico para solucionar fallas en los dispositivos de los estudiantes. Si bien no deben ser expertos en sistemas, conocer los problemas más comunes a los que se pueden enfrentar les permitirá ahorrar tiempo y evitar distracciones durante sus lecciones.
5. Curadores de contenido en línea para recomendar otras fuentes de información que complementen el conocimiento aprendido en clase y que sirvan para tener diferentes puntos de vista sobre cierto tema; será importante para garantizar la veracidad e idoneidad de los datos y enfoque, sobre todo cuando abunda contenido fake.
6. Gestión virtual de grupos soportado por plataformas de videoconferencias, acompañada del diseño de dinámicas que fomenten la integración social, el aprendizaje y la puesta en práctica de métodos lúdicos (para el caso de niveles básicos). Esto permitirá contrarrestar la falta de interacción física entre alumnos y maestros.
7. Seguimiento del aprovechamiento escolar con ayuda de herramientas de gestión de proyectos para monitorear el cumplimiento de tareas y medición de avances. Esto pasa desde un software dedicado o por la creación de un blog, de grupos en correo electrónico, grupos de WhatsApp, etc.
8. Creación de métodos de evaluación a través de plataformas en línea, pudiendo ser exámenes de opción múltiple, resolución de problemas, etc. con un tiempo determinado y filtros de seguridad para evitar el “copy-paste” o que entre alumnos se compartan las respuestas.
9. Fomento de habilidades blandas en un contexto de distanciamiento físico, como trabajo en equipo, manejo y reconocimiento de emociones, comunicación, empatía, gestión del tiempo, entre otras. El regreso a clases en los distintos niveles será diferente y los líderes educativos se enfrentarán a situaciones inusuales que requerirán de mayor sensibilidad y adaptación para adecuarse a la nueva normalidad.
Si bien la transformación digital del sector educativo ya venía dándose de forma gradual, la pandemia derribó la barrera que separaba a la educación en línea de la presencial, de forma que esta última tendrá que tomar lo mejor de la primera para adaptarse a una realidad en la que ambos modelos tendrán que coexistir y retroalimentarse mutuamente para beneficio de los estudiantes que se convertirán en la fuerza laboral del futuro.