La nube es un componente primordial de la agilidad del centro de datos, pues ayuda a que las áreas de TI aceleren la entrega de servicios de TI, escalen flexiblemente los recursos de infraestructura y disminuyan los costos.
Si usted utiliza un servicio en la nube como Microsoft Azure o Amazon Web Services para recuperar su información en caso de desastre, esto puede ayudarle a que su compañía funcione rápida, eficientemente y a menor costo, después de un desastre.
Sin embargo, no basta con que usted agregue una configuración de nube al conjunto, pues la recuperación rápida y eficiente de sus aplicaciones críticas requiere otro ingrediente: la inteligencia en TI.
En efecto, si no existe un buen entendimiento de lo complejo que resulta depender de aplicaciones multinivel y componentes de infraestructura de TI ─como servidores, dispositivos de red, software y sistemas operativos─, la habilidad que nos ofrezca cualquier solución para lograr una recuperación rápida y eficiente estará severamente limitada.