La utilización de plataformas basadas en la nube continúa evolucionando en formatos más complejos. ¿Por qué? El mundo de los negocios demanda ahora una combinación de muchos de los mejores servicios disponibles en la nube para crear la solución óptima. La respuesta es el nuevo concepto llamado multicloud o nube múltiple.
¿Qué es multicloud? Es más complejo que una nube híbrida, que es típicamente un aparejamiento de nube privada y pública. Multicloud añade más nubes a la mezcla, quizá dos o más proveedores de IaaS públicas, un PaaS privado, sistemas de seguridad y administración bajo demanda de nubes públicas, contabilidad en pago por uso privada… esta es la idea.
Aquí es donde nos han llevado en los últimos años, formando soluciones desde un intrincado conjunto de servicios de cómputo en la nube, públicos y privados. Esto es parecido a cuando pasamos a elaborar sistemas internos distribuidos en el pasado: integramos diferentes tecnologías para crear un sistema de administración que cumpliera con nuestros requerimientos precisos. Esto no es diferente, pero utilizando tecnologías basadas en la nube.
¿Por qué hay que preocuparse de todo esto? Es mejor no entrar demasiado en la palabra de moda de “multicloud”. Lo que es la clave es la arquitectura de cómputo en la nube, que típicamente incorpora múltiples proveedores de nubes públicas y privadas. En estos días son escasos los proyectos que incorporan sólo uno o dos suministradores o tecnologías de cómputo en la nube, lo más normal es que haya al menos media docena.
En esta realidad de multicloud, hay que tener en cuenta siempre los siguientes conceptos:
– Las multiclouds requieren un nivel mucho más alto de seguridad y administración, dada su complejidad y distribución.
– Las multiclouds pueden tener problemas de adaptación, teniendo en cuenta el número de piezas que se mueven.
– Las multiclouds añaden valor únicamente si elegimos a los proveedores adecuados, tanto bajo demanda o privados, para cumplir con nuestros requerimientos.
Es importante que recordemos las lecciones aprendidas cuando integramos complejos sistemas distribuidos. Necesitamos comprender que la integración trae complejidad, y que ésta hay que gestionarla. No haya sustituto a la gestión de la arquitectura y la planificación. Lo haremos bien siempre que tengamos una visión disciplinada del “multicloud”.