De acuerdo con una encuesta realizada por la agencia de comunicación, MARCO, en colaboración con la empresa de Investigación Tecnológica Cint, para conocer el intrincado panorama de opiniones y emociones en torno a la Inteligencia Artificial (IA), destacó que un 74% de los consumidores ha expresado su preocupación por el potencial de la IA para crear prejuicios y comportamientos indeseables en los seres humanos y un 55% ha considerado que la IA es una amenaza para la humanidad.
El 3er Informe Global MARCO de Nuevos Consumidores 2024 reveló un sorprendente contraste: temor a la pérdida de empleo, por un lado, y anticipar una vida más fácil, por otro, pone de manifiesto el complejo escenario de sentimientos que genera la IA.
“Aunque la IA pueda parecer desalentadora, la clave está en la educación y la concientización. Entender la tecnología y sus implicaciones capacita a las personas y ayuda a desmitificar el miedo que rodea a la IA. A medida que avanzamos, el fomento de una cultura de la educación será fundamental para aprovechar las oportunidades que ofrece la IA para mejorar nuestras vidas”, subrayó Didier Lagae, fundador de MARCO.
A medida que las industrias experimentan la transformación digital, comprender y abordar estas preocupaciones será crucial para fomentar una relación positiva entre la tecnología y la mano de obra.
A pesar de estas preocupaciones, una mayoría del 73% sigue siendo optimista sobre el potencial de la IA para simplificar y mejorar sus vidas. Cabe destacar que los brasileños encabezan la lista (88%) como los más optimistas, abrazando el poder transformador de la IA, mientras que los estadounidenses aparecen como los más cautos (57%), reflejando una mayor reticencia hacia la tecnología.
En cuanto a las herramientas de IA más populares, la mayoría de los consumidores (64%) reconoce su papel en la creación/edición de imágenes, seguida de la redacción de textos (55%). Los encuestados son menos conscientes del uso de la IA en la educación (41%), coches autónomos (35%), el campo médico (30%), la agricultura y la ganadería (15%), y aún menos (11%) citan otras aplicaciones. Estas cifras reflejan una creciente familiaridad con el papel de la IA en las actividades cotidianas.