La Organización Mundial de la Salud recientemente clasificó el agotamiento o “burnout” como un diagnóstico médico oficial. De acuerdo con el manual de la organización, los síntomas pueden incluir: sensación de fatiga o agotamiento energético; distanciamiento mental del trabajo, sentimientos de negativismo; y la reducción de la eficacia profesional. Por ello, los empleadores deben activar programas a largo plazo para su fuerza laboral con el objetivo de lograr una relación más positiva, equilibrada y saludable con su trabajo.
De acuerdo con Alistair Cox, CEO de Hays, los empleadores deben identificar las siguientes señales de un colaborador que puede ser adicto a su trabajo: es la primera persona en llegar a la oficina y la última en irse de manera regular, trabaja continuamente los fines de semana, nunca utiliza el derecho completo de vacaciones y revisa compulsivamente los correos electrónicos del trabajo fuera de su horario laboral. Con el tiempo, este comportamiento puede volverse destructivo e incluso llevar al agotamiento.
Alistair afirmó que las posibles causas de la adicción al trabajo pueden incluir el temor a ser reemplazados por la tecnología: “El miedo a ser reemplazado, ya sea por un robot o por un humano que percibimos como más talentoso y trabajador que nosotros, es muy común. Para contrarrestar este sentimiento de inseguridad, el trabajador siente que tiene que trabajar más tiempo que nadie, estar más comprometido que todos los demás y lograr mejores objetivos”.
Los empleadores tienen un papel clave que desempeñar para detener el círculo vicioso antes de que se convierta en una epidemia. Hays México proporcionó seis consejos para ayudar a los líderes a frenar la tendencia del síndrome de “Burnout” en los profesionales:
1) Piense en el impacto de sus acciones: En muchas ocasiones es inevitable, algunos trabajadores tendrán que trabajar hasta tarde o durante el fin de semana. Pero como líder, no debe establecer esa expectativa en su equipo a través de sus acciones. Por ejemplo, si está trabajando tarde, intente programar sus correos electrónicos para que se envíen durante las horas de trabajo. Esto limitará el riesgo de que los empleados se sientan obligados a responder o trabajar durante su tiempo personal.
2) Recompense la calidad del trabajo, no la cantidad de horas trabajadas: Revise cómo medir el éxito y evalúe a los candidatos detenidamente: ¿sus largos procesos recompensan las tareas correctas? Si no, es hora de un replanteamiento. Del mismo modo, trate de elogiar abierta y públicamente todos los trabajadores productivos y comprometidos de su equipo.
3) Deje de ser tan crítico: Permita que su equipo establezca sus propios límites, y no los juzgue por hacerlo. Por ejemplo, si un miembro de su equipo no puede quedarse tarde para terminar un proyecto debido a compromisos personales, intente resistir la tentación de poner una marca contra esta persona. Cambie su perspectiva y comprenda que no se trata de la cantidad de horas trabajadas, sino de la calidad del trabajo producido.
4) Anime a su equipo a tomarse un descanso: Anime a los miembros de su equipo a que utilicen su tiempo de descanso completamente; hable con ellos sobre cómo lo usarán y, lo que es más importante, reitere que no desee recibir ningún correo electrónico de ellos mientras estén fuera. Fomente los descansos regulares y desaliente comer el almuerzo frente a sus computadoras.
5) No permita que los hábitos de adicción al trabajo se extiendan al resto del equipo: Como dice el psicólogo organizacional, Woody Woodward: “es importante no castigar a los miembros de su equipo más productivos y equilibrados con plazos y cargas adicionales creadas puramente por su adicción al trabajo’. Apóyese en todos los miembros de su equipo”.
6) Sea un ejemplo a seguir: Es importante que sea un modelo de comportamiento y actitudes saludable. Entonces, comience hoy estableciendo los límites conscientemente y comunicándolos a su equipo (y, lo que es más importante, descanse al igual que ellos). Además, haga un esfuerzo para establecer un mayor equilibrio en su vida al priorizar su salud física y mental.
Existe una línea muy fina entre trabajar duro y trabajar obsesivamente en detrimento de su productividad y éxito, pero lo más importante, en detrimento de su salud y sus relaciones personales. Como líderes, es importante que sean conscientes de los riesgos, tanto desde una perspectiva personal, como también para los miembros de cualquier equipo y las empresas en general.