Con la intención de anticipar lo que veremos en unos años, las empresas Thales y Senetas se asociaron para lanzar una solución de cifrado de red “resistente a la tecnología cuántica”, capaz de proteger los datos de los clientes (a velocidades de hasta 100 Gbps) contra futuros ataques cuánticos.
Y es que ante la previsión de que en los próximos cinco o diez años se pueda disponer de una computadora cuántica en funcionamiento fuera del entorno de laboratorio, ya se están elaborando unas normas mínimas de seguridad para proteger los datos en ese mundo cuántico.
El Instituto Nacional de Normas y Tecnología de Estados Unidos (NIST) será el encargado de seleccionar a los finalistas entre los algoritmos de cifrado cuántico seguros, aún en desarrollo. A la espera de esta decisión, el proyecto conjunto entre Thales y Senetas da soporte a los actuales finalistas (incluido el algoritmo Falcon, de Thales), lo que permite una transición sencilla a la fórmula ganadora que se espera sea elegida por el NIST en 2022.
La solución bipartita recién anunciada también es compatible con las últimas normas del Instituto Europeo de Normas de Telecomunicación sobre cómo se crean, protegen y distribuyen las claves cuánticas, una capacidad de seguridad importante y emergente que tiene aplicación en las redes 5G.
“Nos encontramos ante la primera plataforma de cifrado de red de alta velocidad del mercado que proporciona un cifrado resistente a la cuántica con la tecnología de cifrado actual. Nuestros clientes gubernamentales, de defensa y empresariales pueden llevar a cabo una transición segura hacia un universo futuro de seguridad cuántica sabiendo que los datos están protegidos a largo plazo”, afirmó Andrew Wilson, director ejecutivo de Senetas.
Por su parte, Todd Moore, vicepresidente de soluciones de cifrado de Thales, señaló que los piratas informáticos saben que se acerca lo cuántico y están trabajando intensamente para robar datos ahora si quieren acceder a ellos en el futuro. “Son las organizaciones grandes y multinacionales las que corren más riesgo debido a las obligaciones de cumplimiento y privacidad. Las empresas no pueden permitirse el lujo de esperar, ha llegado el momento de revisar su estrategia de seguridad cuántica”, aseveró.