La pandemia aceleró procesos que las compañías estaban llevando a largo plazo, entre 5 a 10 años, esas implementaciones se tuvieron que realizar en tan solo unos meses. Si bien era de vida o muerte generar este proceso de transformación digital, uno de los perfiles que más tuvo que evolucionar es el de los CFO (directores financieros), ahora ellos tienen la responsabilidad de sobresalir frente a la competencia, cambiar modelos de negocio, aprovechar las fusiones y adquisiciones, y sobre todo, ver la inversión en automatización de procesos con el fin de acelerar las finanzas y gestionar los riesgos.

“La necesidad de transformar digitalmente el negocio, anticipar amenazas u oportunidades, gestionar procesos, reportar en función de criterios medioambientales, sociales, económico y otras habilidades estratégicas son ahora prioridades para los CFO y para los equipos que lideran”, comentó Adrián Durán, vicepresidente senior de Aplicaciones para Oracle Latinoamérica. “Un estudio realizado entre Oracle y el MIT, reveló que el 80% de los ejecutivos están planeando dar grandes pasos, tales como adquirir una nueva empresa o desinvertir en otra, lanzar un nuevo modelo de negocios o implementar la automatización a través de toda la empresa”.

Bajo el anterior contexto, las responsabilidades del CFO, por tanto, van más allá de la administración financiera para poder adaptarse a un nuevo entorno.

Hoy, un CFO debe trascender de una labor transaccional a una más estratégica donde enfoque a su equipo a tareas de análisis y valor para facilitar la creación de nuevos modelos de negocios.

Y es impresionante lo mucho que la tecnología ha avanzado en este sentido con la inclusión de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, los asistentes digitales, el Blockchain entre otros. Lo anterior ahora permite una gestión exitosa de las finanzas, con la visión de un futuro cada vez más automatizado.

Por otro lado, está claro que la anticipación es una habilidad clave para cualquier CFO. Pero si hay algo que demostró el año pasado es que esta habilidad requiere también de mucha creatividad e innovación para lograr mejores resultados que el resto. Esta difícil tarea implica múltiples actores y a la vez, tomar decisiones hoy para un futuro cambiante. Por esta razón, es importante fomentar una cultura de innovación y disrupción creativa que involucre a todos los colaboradores y que no sea solamente abrir un departamento dedicado a esta materia, porque está de moda o porque el resto lo hace.

“La oportunidad que tienen las áreas financieras es emocionante, ya que, al tener una visión global de las compañías, tener la capacidad de hacer proyecciones y plantear escenarios y comunicarlos oportunamente, pueden transformar a las organizaciones del presente para asegurar su liderazgo en el futuro”, finalizó Adrián Durán.