Todo el mundo está estresado antes, durante y después de las vacaciones, pero puede no ser solo una enfermedad estacional. Puede representar que hay muchos y serios problemas en una organización.

Para muchos trabajadores, la época de vacaciones puede ser la peor época del año: Fiestas obligatorias, intercambio de regalos y la alegría forzosa generan estrés, los cuales se añaden a las fechas de cierre de fin de año y las responsabilidades diarias. También puede exacerbar problemas culturales que ya existían con anterioridad en la organización alrededor de los tres grandes temas: tiempo, dinero y relaciones.

“La vacaciones se supone que son un periodo feliz, pero cuando el lugar de trabajo combina la ‘diversión forzosa’ con expectativas adicionales que impactan en las finanzas de los empleados y se comen parte del tiempo personal, se convierte en una combinación tóxica que actúa como una bomba de tiempo”, aseveró Paul White, psicólogo, consultor organizacional y creador del Toxic Workplace Prevention and Repair Kit.

A menudo las reacciones de los empleados a esta situación revelan problemas mucho más profundos, como el de cansancio o la falta de vinculación con la organización, afirmó White. Si los empleados no se sienten apreciados, si no les gustan sus compañeros y sienten que la organización no los valora, el hacer que todos vayan a comer juntos o intercambien regalos no es algo que ayude, dijo.

Según una encuesta realizada en noviembre de 2015 por White entre 1,200 trabajadores, el 28% de los encuestados estaban afectados por las presión adicional que las vacaciones añaden al trabajo y las tareas de cierre del año. Como jefe o directivo, crear un tiempo extra antes y durante las vacaciones y ser sensible a los problemas de agenda y picos de trabajo, puede ayudar a aliviar esta presión, indicó el consultor organizacional.

“El tiempo es nuestro recurso más valioso, tanto a nivel individual como profesional, por lo que cualquier cosa que lo perturbe puede sentirse como una intrusión, y mucho más cuando no se tiene elección”, agregó.

¿Quién se hará cargo de los “pendientes”?

Los directivos y ejecutivos deben pedir opiniones sobre la programación de vacaciones, tiempo de descanso y eventos de “diversión”, pero deberían también hacer lo mismo durante el resto del año, comentó Laura Hamill, psicóloga y directora en Limeade.

En este periodo se puede encontrar, por ejemplo, que en la organización no están muy claros los papeles y responsabilidades de cada uno cuando la gente se va de vacaciones. ¿Quién se hace cargo de qué esa tarea concreta? También puede descubrirse que la toma de decisiones y proceso de aprobación de proyectos es lento o parece estar detenido siempre en el mismo lugar. Estas son las áreas en las que la organización puede trabajar, eliminando factores de estrés sistemáticos, dijo White.

Al respecto, Hamill explicó la manera como en su compañía (Limeade) revisó la atareada temporada de vacaciones hasta lograr que fuera la época menos estresante del año para los empleados .

El dinero y las tensiones financieras son otro gran problema que se dispara en el periodo de vacaciones. Un 23% dentro de la encuesta mencionaron que les molestaba tener que participar en el intercambio de regalos del amigo invisible.

La negatividad en la oficina por el periodo de vacaciones es evitable, según White. “Para ello hay que reconocer y comprender en qué contexto nace el estrés y trabajar para evitarlo”.

El experto recomendó que en el periodo previo a las vacaciones “se dé tiempo para que los empleados se dediquen a ese trabajo extra de tareas e informes, y de esta forma no se les obligue a participar en aquello que no desean”.

-Sharon Florentine, CIO