Las empresas son conscientes del gran potencial del negocio digital, y exigen un mejor retorno de los activos y del uso de la analítica. Por tanto, es un paso lógico crear un puesto ejecutivo, el CDO o director de datos, que gestione las oportunidades y responsabilidades que se derivan de la recolección y aprovechamiento de los datos a gran escala, dijo la consultora.
Sin embargo, los profesionales que alcanzan esta posición se enfrentan a una serie de problemas y se estima que sólo el 50% de ellos tendrá éxito a finales de 2019. Uno de los principales retos, indicó la firma, es que este rol será nuevo en la mayoría de las organizaciones y tendrán que haber una curva de aprendizaje. Tendrán la difícil tarea de crear una estrategia de información que incluya indicadores relevantes que vinculen la actividad de su equipo con resultados de negocio medibles.
Confluirán unas altas expectativas y un conocimiento limitado sobre la gestión de la información por parte de los usuarios de negocio, lo que complicará que consigan el presupuesto y el compromiso que necesitan de la empresa para llevar a cabo sus planes. Eso suma un aspecto político a esa posición, y será importante que cree relaciones en la organización para conseguir el éxito”, señaló Mario Faria, vicepresidente de investigación de Gartner.
Además, se enfrentarán a las resistencias al cambio, particularmente desde el departamento de TI, relacionados con el control de los activos de información y su gobierno. Y, en este punto, Gartner señaló que sólo podrán hacer un buen trabajo si colabora con el CIO para liderar el cambio y vencer la resistencia.
Seis recomendaciones para los nuevos CDO
• Crear una estrategia de gestión de la información, pero sobre la base de la estrategia de negocio y con la disciplina como valor que predomine.
• Trabajar sin descanso para construir confianza dentro de la empresa, y en especial con el CIO.
• Concienciar y educar a los principales líderes y compañeros sobre el papel que los datos y la información tienen para el progreso de la empresa.
• Establecer directrices sobre el gobierno de la información y la monetización de los datos, que permita medir el progreso.
• Ligar las métricas cuantificables a indicadores de rendimiento clave de la empresa, que muestren los resultados tangibles.
• Adoptar medidas de los activos de información y compartirlos con la organización.
-IDG.es