Microsoft dio a conocer “Premium Assurance”, una oferta que alargará hasta seis años más la duración del soporte de Windows Server 2008, SQL Server 2008 y posteriores. Las empresas con acuerdos de Software Assurance existentes podrán adquirir el soporte adicional a partir de marzo de 2017.
Bajo Premium Assurance solo se proporcionarán las actualizaciones de seguridad clasificadas como parches de defectos “críticos” e “importantes”. La extensión del soporte costará entre un 5% y un 12% del coste de la licencia actual por cada año de cobertura, dependiendo de cuándo se comprometa un cliente durante los próximos dos años y medio.
Los analistas han leído entre líneas este anuncio, tratando de discernir entre la motivación de Microsoft -más allá de lo que un par de ejecutivos de marketing han propuesto- y la explicación de por qué la compañía ha cambiado de una práctica semisecreta de ofrecer soporte extendido a algunas compañías, pero no a todas, a una política más transparente disponible para la mayoría de los clientes comerciales.
De acuerdo con Dolores Lanni, directora de Investigación de Gartner, Premium Assurance ha sido el reconocimiento por parte de Microsoft de que los clientes han tenido problemas para migrar sus servidores a las nuevas versiones. “Este es un gran problema y Microsoft está tratando de salir adelante”, afirmó Lanni refiriéndose al gran número de compañías que no actualizarán sus versiones antes de que estas lleguen al final de su vida útil.
Con el viejo régimen, la única forma de seguir recibiendo actualizaciones de seguridad era mediante un acuerdo de soporte personalizado (CSA, por sus siglas en inglés), que era notoriamente caro y venía con cadenas, incluidas las exigencias de que la empresa se comprometiera con un plazo de migración. Los CSA se renovaban anualmente, pero eran temporales; Microsoft rara vez permitía que este soporte funcionara durante más de dos o tres años.
Premium Assurance es bastante más asequible que un CSA, algo que Lanni alaba, ya que considera que la compañía podría haberlo estructurado para que hubiera sido aún más caro. “Estoy feliz de ver que hay cierta flexibilidad”, afirmó.
De acuerdo con la directora de Investigación de Gartner, el objetivo final era conseguir que los clientes que ejecutaban Windows Server y SQL Server on premise o en un centro de datos transfirieran esas cargas de trabajo a Azure, el servicio en la nube de Microsoft. “El objetivo estratégico aquí de Microsoft es conseguir que los clientes entren en Azure, pero no quieren perderlos por el camino. No quieren que sus clientes salten del barco, de SQL Server a Oracle, por ejemplo”, explicó Dolores Lanni.
-IDG.es