Actualmente, existen 40 millones de jóvenes pertenecientes a la generación Z en México. Esto significa que, en total, representan más del 30% de la población en el país, según datos del INEGI. Una parte de los nacidos entre 1994 y 2010, en plena expansión de la digitalización e internet, ya están dentro del mercado laboral del país. En conjunto con sus predecesores, los millennials, están revolucionando tanto las políticas salariales como los espacios de trabajo de las compañías mexicanas.
Los Zetas o iGen visualizan su jornada laboral a través de la alta tecnología y la hiperconectividad para ser productivos. Consideran que compartir es la norma y no una invasión de la privacidad. Esperan que las cosas “funcionen” a la primera vez, y si no lo hacen, buscan inmediatamente nuevas alternativas. Se podría decir que la clave para satisfacer las expectativas de esta generación será la flexibilidad y la adaptabilidad, y en particular dentro de su entorno de trabajo. Es poco probable que deseen estar atados a un trabajo de 9 am a 6 pm, cinco días a la semana.
Entonces, ¿qué factores son claves para atraerlos y retenerlos?
Una de las tendencias que sin duda debe valorarse en las empresas durante 2019 es la implementación de políticas que impulsen el salario emocional.
Se trata de un paquete de beneficios laborales más allá de la retribución económica, que incluye opciones como la flexibilidad de horarios, home office, desarrollo de carrera profesional o que puedan elegir las plataformas o tecnologías que más se adapten a su forma de trabajar.
Todas estas ventajas están basadas en brindar a los colaboradores un mejor balance entre la vida profesional y personal junto con la agilidad y la flexibilidad que requieren. Cabe mencionar que las generaciones previas como los millennials y los X empezaron a considerar en los años anteriores la importancia de habilitar nuevas modalidades de trabajo para su productividad.
Según el estudio El trabajador digital: ¿qué busca y cómo trabaja?, presentado por la empresa Citrix en 2017, el 71% de los trabajadores mexicanos consideró “muy importante” la flexibilidad laboral. Además, el 83% de los empleados del país dijeron que prefieren un trabajo con horario flexible y que haciendo home office serían igual de productivos o más.
La tecnología para habilitar el salario emocional
Las iniciativas como el salario emocional conllevan la habilitación de espacios de trabajo digitales efectivos y seguros. La flexibilidad del lugar de trabajo puede ser un verdadero triunfo tanto para los empleados como para el negocio. Sin embargo, al permitir a las personas más libertad para elegir cómo, cuándo y dónde trabajan, las empresas también pueden abrir nuevas brechas en su perfil de seguridad debido al mayor uso de dispositivos móviles y personales y de redes públicas, así como un entorno digital más complejo que es más difícil de gestionar por parte del departamento de TI.
En este punto, las tecnologías marcan la diferencia. Gracias a las soluciones de virtualización y colaboración se puede brindar un marco completo para la colaboración eficaz a distancia, sea cual sea la modalidad en la que ha decidido trabajar el joven profesionista.
Todos los datos estarán disponibles para el equipo, asegurando que cada miembro tenga acceso a las mismas versiones de aplicaciones de software, incluso si sus oficinas u organizaciones están en un programa de actualización diferente, de modo que puedan tomar decisiones, comunicarse con los clientes y desarrollar proyectos, todo de una forma totalmente segura.
Además, también simplifican la seguridad tanto para los usuarios como para TI, al tiempo que fortalece la protección en todos los aspectos de uso del espacio de trabajo, desde el acceso y la entrega hasta el trabajo con aplicaciones y datos.
Para las TI, este enfoque unificado proporciona un único punto de control sobre cada tipo de aplicación (móvil, virtual, SaaS y web), tanto si se entregan desde un centro de datos corporativo como desde la nube.
Los administradores pueden aplicar políticas de acceso sistemáticas y basadas en contexto en todas las situaciones posibles, y pueden autenticar y rastrear el acceso de los usuarios a cada recurso que usan, simplificando todo, desde la gestión de derechos de información (IRM) y la prevención de pérdida de datos (DLP) hasta la seguridad, el control y la auditoria.
En conclusión, satisfacer las necesidades, preferencias y expectativas cambiantes de las nuevas generaciones de profesionistas a través de iniciativas como el salario emocional, constituirá un tema clave para la competitividad de las organizaciones de hoy y del mañana. Para atraer el talento necesario, tendrán que proporcionar a las personas la experiencia laboral que exigen: móvil, flexible y totalmente intuitiva.
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El autor de este artículo, Martín Borjas, es Country Manager de Citrix México.