“El cifrado solía ser una técnica para expertos que requería software especial de nivel empresarial, pero los principales sistemas operativos ahora tienen sistemas integrados. En algunos casos es tan simple como hacer clic derecho sobre un archivo y elegir la opción de cifrar”, comenta Camilo Gutierrez, jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.
El Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica enumera siete consejos para cifrar la información:
- Proteger las llaves de cifrado: La efectividad del cifrado está en función de las llaves utilizadas. Si la llave que ha sido utilizada está comprometida, también lo estará la información cifrada con ella, por lo que protegerlas es clave para mantener los datos privados.
- Cifrar la información almacenada: Cuando es necesario mantener la confidencialidad de los datos almacenados, es posible cifrar los archivos, carpetas, incluso el disco duro completo. También existen opciones para cifrar la información en dispositivos removibles o en dispositivos móviles como tabletas y smartphones.
- Cifrar la información transmitida: La información que se envía y recibe es vulnerable cuando se transmite, ya que puede ser interpretada si los datos no están cifrados. En estos casos, es recomendable utilizar protocolos seguros (por ejemplo, HTTPS o SSH) cuando se realizan conexiones o se utiliza algún servicio en Internet, como correo electrónico o redes sociales. Adicional a esto, las herramientas que cifran el texto antes de ser enviado o los archivos, son de gran utilidad. En caso de que los datos sean interceptados, es necesario contar con la clave con la cual se cifró para poder acceder a la información.
- Respaldar la información confidencial: En caso de que surja algún incidente relacionado con la información, respaldar los datos confidenciales de forma segura es una buena práctica. Esto permite que, en caso de perder un dispositivo o las llaves de cifrado que protegen los datos, será posible recuperar la información.
- Utilizar algoritmos de cifrado de dominio público: La ventaja de emplear algoritmos de cifrado de dominio público como AES (Advanced Encryption Standard) o Blowfish, recae en el hecho de que son revisados continuamente por la comunidad científica y académica. También son puestos a disposición de investigadores en la materia, para identificar errores en su implementación, por lo que son menos propensos a contener fallas que un algoritmo propietario.
- Emplear la última versión del software de cifrado: Algo que continuamente se recomienda cuando se habla de software, está relacionado con el uso de las últimas versiones de este, ya que las fallas que han sido identificadas se corrigen con las actualizaciones.
- Utilizar otras soluciones de seguridad: El cifrado contribuye a mantener la confidencialidad de la información, pero no funciona contra malware, vulnerabilidades no corregidas o ataques de Ingeniería Social. Por eso, es necesario mantener la seguridad de la computadora utilizando otras medidas, como una herramienta contra códigos maliciosos, ya que, si está infectada, es probable que intrusos puedan comprometer el cifrado.