Los avances tecnológicos son más palpables que nunca y las empresas que se han unido a dar este salto cuántico tienen una gran posibilidad de ofrecer oportunidades únicas para mejorar la comunicación humana y la resolución de conflictos. Estas dos pautas vienen marcadas por la cuarta revolución industrial, un término que se acuñó por primera vez en 2016 por el economista y empresario alemán Klaus Schwab.
Desglosando la Inteligencia Artificial
Uno de los campos emergentes de esta cuarta revolución es la Inteligencia Artificial (IA), ya que apoya a las compañías a identificar e implementar escenarios de la Industria 4.0, y paralelamente hace visible para las empresas mexicanas en donde deben apuntar sus esfuerzos para nuevas adopciones tecnológicas.
La Asistencia Técnica consiste en la habilidad de ayudar a los equipos de TI a agregar y visualizar información de forma comprensible, lo cual les ayuda a tomar decisiones informadas y tener una resolución de problemas urgentes a corto plazo. Es importante destacar que las empresas que adoptan software inteligente para una rápida resolución de problemas, tienen la habilidad de crecer hasta 30%.
La adopción de la IA en México
Una vez teniendo más contexto sobre los principios de la IA, conozcamos el status más reciente de México partiendo del siguiente reporte de 2018, llamado Hacia una estrategia de IA en México: aprovechando la revolución de la IA, para el cual se realizó un mapeo del ecosistema de IA en el país.
Según este reporte, el país ocupa el lugar 22 de entre 35 naciones en el índice de preparación para la Inteligencia Artificial. Entre las fortalezas se enumera la infraestructura digital, que se traduce en buenas condiciones para trabajar con los datos necesarios para esta materia.
Esto nos lleva a comprender que las empresas mexicanas comienzan a vislumbrar que la IA puede brindarles la oportunidad de crear nuevos modelos de negocio y nuevas fuentes de valor, por ello es primordial que se comiencen a trazar estrategias cruzadas a toda las empresas de aplicación de estas tecnologías.
Una de las barreras con las que se ha encontrado México referente a la adaptación de esta práctica en sus empresas es que la mayoría de ellas empiezan pensando en la tecnología y después en cómo aplicarla.
Sin embargo, lo que se debería hacer más bien, es pensar en los problemas que enfrenta la compañía y después buscar la tecnología adecuada para resolver cada problema en específico.
Sólo usando IA las empresas podrán asegurar su entorno actual y futuro
Ante este panorama, creemos que las empresas sólo podrán asegurar el rendimiento de sus sistemas tecnológicos mediante soluciones de monitorización basadas en IA, capaces de prever problemas y resolverlos, incluso antes de que los usuarios sean conscientes de ellos.
De hecho, un análisis realizado por la compañía apunta, a modo de ejemplo, que una transacción sencilla online actualmente utiliza un promedio de hasta 82 tecnologías distintas. Otra de las características de este escenario es la aceleración del lanzamiento de nuevas aplicaciones y actualizaciones. Mientras que antes se producían cada 6 a 9 meses, ahora se ha transformado en actualizaciones de servicios independientes que pueden ocurrir a diario, cada hora y, en algunos casos, cada pocos segundos, lo que hace muy difícil realizar los controles para prevenir posibles fallas.
Cambio de mente
El problema de muchas empresas mexicanas es que pretenden llevar a cabo la adaptación de la IA en sus áreas, con las mismas herramientas que ya tenían. Sin embargo, para hacer frente a todas estas exigencias es necesario contar con un nuevo modelo de monitorización dotada con analíticas basadas en IA y full-stack (visibilidad end-to-end), totalmente automatizado y con una autoreparación a escala en sus aplicaciones y sitios web.
Dicho esto, recordemos que 40% de los usuarios abandona un sitio web que tarda más de 3 segundos en cargar y 47% de ellos espera que lo haga en dos segundos o menos. Asimismo, cabe resaltar que el incremento medio del peso de las páginas web es actualmente del 183%.
Ramón Salas, Director Regional para NOLA de Dynatrace.