El sector del desarrollo de software está atravesando un torbellino de influencias: transformación digital, pandemia, trabajo a distancia, servicios digitales, falta de desarrolladores calificados, entre otros. Según Gartner, el mercado mundial de low-code debería mover más de 13,800 millones de dólares y en 2024 más de la mitad del software y las aplicaciones se desarrollarán con este método.
“Las aplicaciones, los sitios web, los programas informáticos y los juegos electrónicos, por ejemplo, utilizan códigos, que representan cada uno de los elementos, iconos, accesos y movimientos que realizará el usuario. Una plataforma de low-code es una forma de desarrollar software y aplicaciones -móviles y web- con poca o ninguna codificación, es decir, hace que el desarrollo sea extremadamente simplificado”, dijo Diego Herrera, director Comercial de OutSystems en México.
“La forma tradicional de desarrollar software requiere un gran dominio de varios lenguajes de programación, un equipo multidisciplinar, una gran infraestructura de profesionales y recursos, y mucho trabajo manual. El principal diferencial de una plataforma de low-code es la productividad y la simplicidad”, explicó el directivo.
Según Herrera, no hay restricciones para la creación en plataformas de low-code, lo que da mayor libertad creativa a los desarrolladores. “Tenemos una gran demanda, no sólo para la creación, sino también para la modernización de aplicaciones y software, que ya se están ejecutando. Con los métodos tradicionales, se necesitarían meses de trabajo, con equipos de 10 personas, mientras que con el low-code, cuatro profesionales y unas pocas horas son suficientes para tener una simple actualización o hasta seis semanas para una aplicación más crítica”.
“Consideramos que el low-code es el futuro de la tecnología, ya que el tiempo de entrega de los proyectos es de tres a siete veces más rápido, con una reducción de la cartera de pedidos, de la deuda técnica y de los costes de los proyectos del 60% al 80%, y una mayor integración con el área de negocio. Los componentes preconfeccionados, los aceleradores y el lenguaje visual, que es mucho más intuitivo, tienen una curva de aprendizaje más rápida y permiten a los usuarios entender las reglas de negocio programadas en la aplicación”, afirmó.
Diego Herrera mencionó que la pandemia ha acelerado mucho el proceso de digitalización de las empresas y quienes ya utilizaban una plataforma de desarrollo de bajo código han tenido que adaptarse a la nueva realidad. Como la aplicabilidad de las plataformas de low-code no tiene límites, están presentes en diferentes sectores industriales y de servicios. “Un ejemplo de cómo una programación más rápida afecta positivamente a la vida de las personas fue el avance de la telemedicina durante la pandemia. Se ha convertido en una cuestión de seguridad y salud el cuidado de las personas en casa. Con el low-code, miles de personas han recibido un impacto decisivo, ya que se han desarrollado APPS en menos de un mes para fines médicos”, explicó.
Además de la agilidad y el alcance, las aplicaciones desarrolladas en low-code suelen ser incluso más seguras que la mayoría de las convencionales, porque el código generado por la herramienta tiene varios puntos de seguridad automáticos que evolucionan con cada nueva versión, mientras que el tradicional necesita pasar por constantes revisiones en sus puntos de fallo. “Esto hace que el estigma de que hay vulnerabilidad y que los códigos están abiertos, con fácil acceso, se desmorone. La seguridad es primordial para el desarrollo de software y aplicaciones, y las plataformas de low-code ofrecen una infraestructura completa con actualizaciones constantes”, explicó el directivo.
“Tenemos casos de clientes que han conseguido reinventarse, adaptarse y seguir siendo relevantes en el mercado. Por ejemplo, las compañías de seguros que consiguieron concentrar toda la comunicación con sus clientes, corredores y equipos internos en un único sistema, ganando agilidad en la comunicación, y las empresas de logística que cambiaron sus sistemas para responder a las nuevas exigencias del mercado”, añadió.
Otro punto positivo de este lenguaje de programación es la apertura del mercado para que más profesionales trabajen en un sector que tiene escasez de mano de obra. Este método de desarrollo está abriendo nuevas oportunidades laborales para los profesionales de la programación y el desarrollo, hasta el punto de que la mayoría de los desarrolladores de Low-Code provienen de los lenguajes tradicionales. “Para cualquiera que tenga conocimientos de al menos un lenguaje de programación, la transición es muy fácil. En unas pocas semanas de formación el desarrollador es capaz de trabajar en proyectos reales. Incluso para los interesados en aprender más sobre el tema, OutSystems ofrece formación gratuita en línea, incluso traducida al portugués brasileño”, dijo Diego Herrera.
“Por lo tanto, los desarrolladores pueden estar seguros de que esto no es el fin de la profesión, sino algo que añadirá nuevas posibilidades, ya que los aceleradores y los componentes de la plataforma liberan al desarrollador de tareas manuales y repetitivas para que pueda dedicar su tiempo a nuevas soluciones, innovaciones y buena arquitectura”, finalizó el directivo.