Oracle, SUSE y CIQ crean una asociación para ofrecer una alternativa al software basado en Red Hat, como respuesta a los cambios aplicados por este gigante del mercado de Linux empresarial este verano y que han alterado este ecosistema.
Tres de los principales competidores de Red Hat en Linux empresarial se han unido para crear una alternativa al software basado en la emblemática empresa, después de que ésta cambiara sus condiciones de uso a principios de este verano, haciendo más difícil el acceso a su código fuente.
Oracle, SUSE y CIQ, en un comunicado conjunto emitido la pasada semana, afirman que la nueva Open Enterprise Linux Association “fomentará el desarrollo” de distribuciones Linux compatibles con Red Hat Enterprise Linux proporcionando acceso libre al código fuente. “Con OpenELA, CIQ, Oracle y SUSE unen sus fuerzas a las de la comunidad del código abierto para garantizar un futuro estable y sólido a las comunidades de usuarios, tanto las ‘upstream’ como las ‘downstream’, que aprovechen Enterprise Linux”, señala Gregory Kurtzer, CEO de CIQ.
El trasfondo de la nueva organización es la discrepancia de sus empresas impulsoras sobre la forma en la que Red Hat, durante mucho tiempo la marca dominante en el mercado de Linux empresarial, proporciona acceso a su código fuente. Durante años, la empresa apoyó el desarrollo de un clon de Red Hat Enterprise Linux llamado CentOS, con la idea de ofrecer una alternativa gratuita para fines de prueba y desarrollo, dado que el soporte de pago no sería necesario para ese fin. Sin embargo, los usuarios empezaron a implementar cada vez más CentOS en lugar de RHEL también en entornos de producción y con otras empresas, entre ellas CIQ, que surgió para brindar soporte empresarial.
Por este motivo, hace dos años Red Hat dejó de dar soporte a CentOS en su forma precedente, en favor de una alternativa llamada CentOS Stream. Esta, sin embargo, es una distribución ‘upstream’, lo que significa que se actualiza con mucha más frecuencia, lo que la hace menos adecuada para el trabajo de producción. A principios de este verano, Red Hat hizo su código fuente menos accesible, restringió el acceso a los clientes de pago de la compañía y ocultó algunos detalles de la forma en que se unifica el código para crear la distribución final.
Según Tony Iams, vicepresidente de investigación de Gartner, la pérdida de esos detalles y la restricción del acceso al código fuente han desordenado el ecosistema ‘downstream’, haciendo mucho más difícil para empresas como CIQ ofrecer alternativas basadas en RHEL. “Los detalles son importantes”, explica. “Algunos dicen que Red Hat está cerrando el acceso a su código fuente, pero no es cierto. Lo que no está mostrando es cómo está empaquetado, cómo está organizado exactamente y cómo está ensamblado específicamente para ofrecer la distribución RHEL. La conclusión es que esto hace muy difícil replicar RHEL“.
La verdadera cuestión, según Iams, es si el grupo OpenELA puede crear una alternativa a RHEL con un nivel de compatibilidad suficientemente alto, es decir, si puede ser “compatible con errores” o una réplica casi exacta de RHEL. No se trata simplemente de crear compatibilidad entre API. Si se consigue, dice Iams, el grupo podría presionar seriamente a Red Hat para que vuelva a la antigua forma de proporcionar su código fuente. “Hay que crear el mismo código con el mismo comportamiento”, indica. “Que era el valor que proporcionaba CentOS”.
Al pedirle un comentario sobre OpenELA, Red Hat ha enviado una declaración que atribuye a Mike McGrath, vicepresidente de Core Platforms, que señala: “siempre hemos dado la bienvenida a las contribuciones en curso a la comunidad Linux más amplia, ya sea por motivación personal o de empresas como Oracle y SUSE, que realmente hacen avanzar a Linux a nivel empresarial en lugar de sustituir un logotipo por otro”.
-Jon Gold, cio.com