En la oficina, la gente prefiere Microsoft Office. Esto sigue siendo así a pesar de los potentes rivales que ha debido afrontar estos años, en especial procedentes del mundo del código abierto, de la nube o los móviles.
La suite de productividad representativa de Microsoft sigue gobernando el mundo de la empresa, así lo da a conocer la consultora Forrester que entrevistó a 155 responsables de compras TI de organizaciones de todo el mundo.
“No han cambiado las cosas”, afirma el analista y autor del informe, Philipp Karcher. “Office aún domina este mercado”. Y esto a pesar de que tiene más características de las que necesita la inmensa mayoría de la gente y de que es caro, a juicio de los mismos departamentos de TI consultados.
Pero Office está ya tan consolidado que ha saltado las barreras de la propia empresa y se utiliza en casa para todo tipo de tareas personales, en lo que se ha denominado poco acertadamente “consumerización de las TI”, tendencia que explica cómo los usos tecnológicos en el hogar condicionan o influyen en las decisiones de compra de las empresas, explica Karcher. Por eso, Office es, por mucho, líder del mercado de suites de oficina para los consumidores.
Este sería un factor determinante que explica la posición del producto, a pesar de la fuerte competencia de opciones que existen ya en la nube, que ofrecen clientes ligeros con funciones de productividad basados en el navegador, como es el caso de Gmail o Google Docs, o el propio Office 365 de Microsoft, que incluye Exchange Online y Office Web Apps. De hecho, el estudio ha detectado que 20 por ciento de las empresas encuestadas utiliza correo electrónico basado en la nube y otro 25 por ciento tiene planes de adoptarlo.
Los resultados también arrojan conclusiones sorprendentes sobre la importancia que dan los usuarios a determinados elementos de estos programas. Así, se asegura que la gran prioridad es la compatibilidad entre formatos de archivo, seguido de su integración con el correo electrónico de la empresa. También se considera relevante, aunque no tanto, los derechos de licencia, la compatibilidad de macros o su integración con la plataforma de colaboración social de la empresa.
Entre las últimas prioridades, se mencionan algunos aspectos que han recibido mucha atención y alardes publicitarios, pero que no terminan de arrastrar la atención de los usuarios, como la posibilidad de editar documentos varios usuarios simultáneamente, que es una gran característica de Google Docs, y las aplicaciones móviles para dispositivos iOS o Android, lo que indica escaso interés por utilizar paquetes de oficina sobre tablets, por ejemplo.
Otro dato revelador es que mientras que 90 por ciento de las empresas dan a cada empleado una copia de Office, sólo 6 por ciento también proporciona otra alternativa.
En la edición actual del estudio descendieron las alternativas de código abierto, como OpenOffice y LibreOffice, en comparación con anteriores análisis de la propia Forrester. “Su adopción no ha mejorado significativamente” en los dos últimos años, sentencia el mismo experto.
La versión más popular de Office en la empresa es Office 2010 (presente en 85 por ciento de las empresas encuestadas), seguida de Office 2007 (51 por ciento) y Office 2003 (28 por ciento). Office 2013 se encuentra en 22 por ciento de las empresas, pero su adopción es más lenta que la que registró en su día Office 2010.
En resumen, cuando se trata de suites de oficina, cuanto más cambian las cosas, más se consolida lo que hay. Esto también puede explicar decisiones recientes de potentes firmas, como Apple, que acaba de anunciar que ofrecerá gratis iWorks, un conjunto de aplicaciones de oficina para aquellos que compren una nueva Mac, iPad e iPhone, en especial para realizar proceso de textos y hojas de cálculo.
-Juan Carlos Perez, IDG News Service