Podría decirse que un producto que se ha mantenido en la cúspide durante 30 años está más que consolidado y puede disfrutar de una edad dorada y apacible. Este no es el caso de Microsoft Word que, ahora más que nunca, debe hacer frente a una enconada competencia de alternativas en la nube, más baratas y asequibles, o incluso opciones gratuitas que amenazan su feliz reinado.
Google Docs, IBM Docs, y la opción gratis OpenOffice Writer de Apache, son los nombres, ya bien conocidos, que acechan al veterano Word, aunque se encuentran aún lejos de poder amenazar la solidez del gran líder. El problema para la competencia es que Word ha marcado tanto tiempo las normas en este terreno que mucha gente ya se ha familiarizado con esta forma de trabajar y reconoce el valor de que pueda ser leído casi de forma ubicua por cualquiera, destaca Michael Silver, un analista de Gartner.
Hay una serie de capacidades básicas que los clientes exigen, pero la mayoría tiene escaso interés por aumentar su número, con lo que las posibilidades de que la competencia aproveche la oportunidad son escasas.
La otra posibilidad es que los procesadores de texto alternativos tienten a los usuarios por la vía del precio y ofrezcan estas capacidades básicas más baratas. Sin embargo, según los expertos, este factor no parece cambiar la lealtad de forma drástica, sobre todo cuando hacer un trabajo en Word supone que el receptor podrá verlo en el mismo formato que utiliza y para el que fue escrito. Esta cualidad no se puede sustituir.
Liderazgo insuperable
Esta dificultad acaba de volver a ser confirmada por un reciente estudio de Forrester Research que encuestó a 155 responsables de TI sobre el uso de suites de productividad. Según sus conclusiones, hace dos años OpenOffice captaba 13 por ciento de seguidores y ahora apenas llega a 5 por ciento.
Por si fuera poco, 77 por ciento reconoció que cualquier alternativa de productividad debía tener como principal característica ser compatible con Office.
Otras alternativas, como Google Docs e IBM Docs -basadas en la Web- suponen un reto diferente, al que Microsoft ha contestado con Office Web Apps. Estos paquetes de procesamiento de textos vía navegador son formidables, especialmente el de Google. “Las versiones web de Word tienen muchas menos funcionalidades que Google Docs. En los últimos años, los clientes de tablets han utilizado Office Web y no es la experiencia que buscaban. Disponen de tres o cuatro pestañas con distintas funciones a elegir, muy lejos de la versión nativa que alcanza las nueve pestañas”, explica el experto de Gartner.
Sin embargo, está claro que Word sigue siendo el estándar. E incluso su competencia edita productos compatibles con él y otras aplicaciones Office y lo utiliza como argumento de venta.
Además, Office 365 incluye paquetes que van desde el simple acceso hasta apps para sus versiones en línea y de escritorio, además de numerosos servicios, lo que iguala las ofertas de muchos de sus competidores. De acuerdo con Microsoft, se trata de un negocio de 1,500 millones de dólares y las suscripciones ya suponen 25 por ciento de las ventas de Office 2013. “Office 365 no sólo ofrece acceso desde cualquier lugar, sino que le garantiza a Microsoft ingresos por suscripción regulares”, constata el analista de Gartner.
Quizás por ello, la compañía intenta atraer más clientes corporativos a su oferta de nube, “ofreciendo actualización automática de las últimas versiones de las aplicaciones que los usuarios pueden saltarse si quieren”, destaca Philip Karcher, analista de Forrester.
Además, la compañía intenta perpetuar el hábito de utilizar Word mediante versiones de bajo costo o gratis de Office 365, para estudiantes de universidades que estén suscritas a la suite cloud.
Por ello, Silver ve más amenaza del lado de los tablets y smartphones si se convierten en dispositivos de trabajo más populares. En esa batalla, ya está operando Microsoft, dando prioridad a su Office para dispositivos Windows 8.1, antes que a una versión del mismo para iPad.
Entretanto, Microsoft deberá seguir desarrollando el futuro Word con nuevas características que no molesten a su amplia legión de seguidores como ocurriera con la versión de 2007, en la que se cambió radicalmente la interfaz y esto irritó a muchos de los antiguos usuarios de la herramienta. Innovar sin cambiar lo que más gusta a los usuarios, ese es el gran dilema.
Microsoft añade innovaciones y características con cada lanzamiento, pero mucha gente ni siquiera se da cuenta. Gracias a la movilidad e Internet, los usuarios se han acomodado a la ventaja de buscar aplicaciones concretas y no tanto un conjunto de ellas, subraya el analista de Forrester.
De todos modos, que Word esté tan arraigado en la mente de los clientes y en otras aplicaciones de Office le convierten en un rival formidable, sobre todo porque Microsoft integra Word cada vez más estrechamente con otras aplicaciones, tipo SharePoint, Lync y Exchange.
-Tim Greene, NetworkWorld