Google acaba de patentar una forma de enlazar publicidad online de restaurantes o tiendas con los taxis de cualquier ciudad y que permitiría animar a los viajeros a aprovechar ofertas basadas en su localización.
Los algoritmos permitirían ofrecer la mejor ruta y la forma de transporte más adecuada, en función de la ubicación del usuario, sostiene la propia Google.
Los anunciantes –explica la BBC en su web– podrían extraer enormes cantidades de datos, acerca de los hábitos del consumo, gustos y preferencias de cada individuo y crear publicidad muy personalizada.
Al combinar esta información con los datos de seguimiento y localización que recogen las antenas WiFi y la tecnología GPS, sería posible adaptar los anuncios y ofertas especiales a cada cliente, en función de dónde esté, el momento del día concreto y sus horarios. A cambio de ofrecer esta información, el usuario lograría descuentos en su trayecto en taxi que incluso podrían salirle gratis.
En agosto, la filial de capital riesgo de Google invirtió 258 millones de dólares en la firma Uber, de alquiler de coches en San Francisco. Y, teniendo en cuenta las importantes inversiones de la compañía en tecnología para equipar vehículos autónomos, la perspectiva de un usuario que sea trasladado de forma automática a los lugares que marque, al responder a anuncios basados en la localización de su smartphone, no parece demasiado extravagante, explica la BBC.
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