En concreto, SaaSevolucionará desde los 23.200 millones de dólares hasta los 53.500 millones en 2018 y supondrá el 59 por ciento del mercado total de cloud computing, es decir, el motor indiscutible de la nube y el modelo más aceptado por la empresa.
Este pronóstico se debe, en gran medida, a la madurez y aceptación generalizada del modelo, frente a los riesgos que las empresas ven en otras fórmulas, como PaaS (Plataforma como Servicio) o IaaS (Infraestructura como Servicio), soluciones que se han visto afectadas negativamente por aspectos como la seguridad, cumplimiento normativo o portabilidad.
No obstante, el informe recoge que estas dos últimas opciones mantienen un crecimiento importante con nuevas aplicaciones desarrolladas específicamente para la nube que mejoran la gestión de cargas de trabajo, el análisis intensivo de datos y el soporte a diferentes idiomas o su portabilidad. El informe también constata una fuerte tendencia hacia la consolidación de PaaS como extensión de otros servicios en la nube.
La opción IaaSparece cada vez más atractiva a las PyMEs y empresas por su alto nivel de control sobre la ejecución del software y de la seguridad, junto a una mejor comprensión de la necesidad de evaluar adecuadamente el riesgo.
IDG España