Es una pregunta tan válida como necesaria: ¿cómo generar en el equipo un sentido de unidad cuando todos están dispersos y no tienen contacto personal? Aquí mostramos algunas estrategias para fortalecer la unión entre equipos que trabajan de forma remota.
Ante todo, identifique una escala de prioridades
La dinámica laboral sufrió cambios y algunas acciones no se están desarrollando a la velocidad que antes lo hacían o que muchos esperan. Esta “pausa” permite observar las cosas desde otra perspectiva y definir las prioridades de lo que se puede postergar.
Muchas veces, existen procesos que han sido pensados con el fin de mejorar el desempeño del equipo, pero que, en vez de aportar, generan más complicaciones.
Discutir el asunto con el equipo puede dar visibilidad a un asunto que no había sido considerado y modificar, suspender o eliminar lo que genera conflicto. Eso generará, además, un sentido de logro grupal, ya que será el equipo el que tomó la decisión de manera conjunta, reforzando su espíritu de unión, según la firma de reclutamiento de personal especializado en TI, Robert Half.
“Cuide a la familia”
De acuerdo con esta compañía, una vez definidas las prioridades, es aconsejable recordar que el equipo de trabajo bien puede ser considerado como una segunda familia. A fin de cuentas, pasan tantas o más horas conectados entre sí que con sus propias familias.
Por esa razón, la flexibilidad de horarios es un factor a tener en cuenta. Los integrantes del equipo deben tener libertad para destinar ciertos horarios del día para hacer cosas que los hagan sentirse felices y saludables. Además del trabajo, el estar en casa supone una serie de otros deberes que aumentan la carga de responsabilidades, por lo que dosificarla y hacerla más manejable es fundamental. Unos elegirán hacer ejercicios, otros leer o escuchar música, o simplemente tomar breve descanso para alejarse y desconectarse.
Genera dinámicas de cohesión grupal
La distancia que genera el trabajo remoto puede ocasionar problemas que afecten el desempeño, el ánimo y el sentimiento de pertenencia de un equipo. Para trabajar ese aspecto, podemos usar la propia tecnología para crear experiencias que hagan interactuar al equipo y compartir vivencias que fortalezcan la unidad del grupo.
Una de ellas es aprovechar las mismas plataformas que se utilizan para las videoconferencias y generar instancias de descanso durante la jornada, donde los miembros del equipo puedan hacer una pausa para tomar café y conversar libremente. Estas acciones permiten instalar momentos para desarrollar el contacto virtual uno a uno y fortalecer las relaciones entre los profesionales a través de la sociabilización, independientemente de la distancia, lo que ayuda además a combatir el aislamiento y el agotamiento.
Plataformas de video, muy empleadas por estos días, permiten reunir grupos. Por lo tanto, es posible aprovechar esa característica para promover conversaciones entre varios integrantes mientras abordan un tema específico.
“Desde algo tan simple como mostrar sus espacios de trabajo en casa, o para distender las relaciones compartiendo recetas favoritas o películas que cada uno considera imperdibles, existe una infinidad de temas que se pueden proponer con días de anticipación, para que cada uno piense sobre lo que va a decir y que, durante la llamada, todos se turnen para hablar y compartir”, sugiere Robert Half.
Agrega que estos espacios sirven mucho para que cada uno comparta aspectos de su personalidad y vida cotidiana con el resto del equipo. Además, pueden ayudar a descubrir conexiones que pueden generar más conversaciones y lazos en el futuro.
Las formas de interacción son ilimitadas. Dependiendo del grupo en cuestión, incluso los videojuegos en línea pueden ser una herramienta muy potente para desarrollar el espíritu de equipo y el sentido de unión.
En momentos en que el trabajo decae, se pueden programar sesiones donde el equipo se reúna virtualmente para jugar. Juegos donde prima la estrategia y la consecución de objetivos colectivos, teniendo que resolver problemas con altas posibilidades de fallas o fracasos. Eso los obliga a trabajar juntos, estimulando a través del juego las habilidades para superar dificultades.
Este tipo de recursos tiene un impacto directo en las relaciones interpersonales y laborales que, al estar distanciados, tienden a volverse más frías.
Las capacitaciones, al estilo de las charlas TED, libros o cursos de aprendizaje en línea en los que todos participan, son también estrategias muy positivas para fomentar conversaciones más profundas entre los trabajadores.
“El trabajo remoto no significa estar aislado”, sentencia la firma de reclutamiento. “Es fundamental proporcionar al equipo las herramientas que necesitan para compartir la cultura de la empresa y también, por qué no, desarrollar una identidad propia”.
Independientemente del cómo hacerlo, es importante informar al grupo humano que integra la compañía el porqué se tomará este tipo de decisiones, haciéndolo partícipe de cómo alcanzar ese objetivo.
Lo que más esperan los profesionales que están cumpliendo sus funciones de manera remota es lograr sus metas y que se valore lo que están haciendo. Sentirse conectados y hacerles sentir que todos aportan algo esencial y significativo para el logro colectivo es imprescindible y hay que encontrar la mejor forma de hacerlo.
La importancia del reconocimiento en el trabajo remoto
Otro aspecto que hay que tener en cuenta es el reconocimiento del trabajo bien hecho. Es valioso que los logros de cada uno sean valorados y reconocidos por el resto del equipo, y más aún en tiempos de trabajo remoto donde la retroalimentación no es tan frecuente. Para ello, es relevante crear instancias donde se puedan compartir los éxitos y logros alcanzados, ya sea mediante un correo electrónico, una reunión virtual, o cualquier otra herramienta que se esté utilizando.
Finalmente, es crucial recordar que un equipo remoto puede trabajar tan bien o mejor que uno presencial si se implementan las herramientas y estrategias adecuadas. Se debe fomentar un ambiente de confianza y comunicación abierta, donde los miembros del equipo se sientan cómodos compartiendo sus ideas y opiniones, y donde se valore el trabajo en equipo y se celebren los logros alcanzados, concluye Robert Half.