Ryan Collins de 36 años ha sido detenido en Pensilvania, EEUU, donde se ha declarado culpable del hackeo de cuentas y robo, en el año 2014, de imágenes íntimas de algunas famosas como Kirsten Dunst, Jennifer Lawrence o Avril Lavigne.
Fue el 1 de septiembre de 2014 la fecha del sonado escándalo que posteriormente se bautizaría como “Celebgate”. Un hacker había logrado acceder a las cuentas privadas de iCloud y Google de algunas celebrities robando fotos de ellas desnudas, que posteriormente se filtraron y publicaron en la red. Entre las afectadas se encontraban Kirsten Dunst, Jennifer Lawrence, Avril Lavigne, Kate Upton, Kaley Cuoco y McKayla Maroney, quienes confirmaron que las fotografías eran reales.
Es ahora cuando el FBI ha logrado detener al responsable de este ataque contra la seguridad y la privacidad en Internet. Su nombre es Ryan Collins y tras haberse declarado culpable del robo de dicha información, según un comunicado del Departamento de Justicia de Estados Unidos, se enfrenta a una pena de cinco años de prisión.
En palabras del citado departamento: “Collins ha sido acusado hoy de un delito de piratería informática relacionado con un esquema de phishing que le dio el acceso ilegal a más de 100 cuentas de iCloud de Apple y Gmail, incluidos los pertenecientes a los miembros de la industria del entretenimiento en Los Ángeles”.
Para hacerse con las imágenes, Collins envió correos a sus víctimas haciéndose pasar por Apple o Google, en un mensaje tipo de esta compañías, para poder obtener sus contraseñas. Posteriormente logró descifrarlas y entrar en su cuentas privadas. A partir de ahí, no está claro que fuera él quien difundiera las imágenes. De hecho, no se ha declarado culpable de ello sino que, de acuerdo a investigaciones posteriores, todo apunta a que Collins difundió la información que había obtenido y fueron otros quienes publicaron las fotografías.
Aunque la investigación continúa, el acusado se enfrenta a esa pena máxima de la que hablábamos, de cinco años de cárcel, y hasta 250.000 dólares en multas. Veremos en qué queda todo.
-IDG.es