El ecosistema de servicios financieros digitales en México ha experimentado un crecimiento notable, posicionando al país como un líder regional. Con cerca de un millar de iniciativas activas y una proyección de 86 millones de usuarios para 2027, esta expansión subraya una transformación fundamental en la interacción de los ciudadanos con los servicios financieros.
Una tendencia tecnológica central es el uso de la inteligencia artificial para anticipar las necesidades financieras de los usuarios y ofrecer soluciones hiperpersonalizadas. Como señala David Conde, CEO de Coinscrap Finance, “la Inteligencia Artificial está permitiendo anticipar las necesidades financieras de cada usuario y ofrecer soluciones hiperpersonalizadas”. Los motores de IA están permitiendo procesar y analizar volúmenes masivos de datos transaccionales con alta precisión. Esto facilita la categorización del consumo, la detección de patrones de comportamiento financiero y la automatización de recomendaciones, como estrategias de ahorro o la adecuación de productos de crédito. La capacidad de entender al cliente en tiempo real y personalizar la oferta de productos es un diferenciador clave impulsado por la IA.
Desafíos y futuro tecnológico en las finanzas mexicanas
A pesar de los avances, la implementación de un marco regulatorio completo sigue siendo un desafío significativo. La banca abierta (Open Banking) y la estandarización de APIs son aspectos cruciales que requieren atención. La falta de proporcionalidad en los requisitos y las limitaciones para operar con ciertos activos virtuales son barreras que pueden frenar la innovación tecnológica en el sector. Para los CIOs, esto resalta la necesidad de monitorear de cerca la evolución regulatoria y participar en diálogos que promuevan un marco basado en el riesgo y la proporcionalidad, lo que fomentaría la innovación sin comprometer la estabilidad del sistema. Diego Romero Tuccio, Head of Business Development Latam de Coinscrap Finance, propone un marco regulatorio “basado en riesgo y proporcionalidad, que fomente la innovación sin comprometer la estabilidad del sistema financiero”.
La tecnología está desempeñando un papel vital en la inclusión financiera. La evaluación crediticia basada en datos alternativos (como pagos de servicios o transferencias) es una metodología clave para incorporar a individuos sin un historial crediticio formal. Como enfatiza David Conde, “estamos viendo cómo los datos alternativos abren la puerta a servicios financieros para millones de personas, democratizando el acceso y reduciendo la brecha de inclusión”. Esto implica el desarrollo de modelos predictivos y plataformas de análisis de datos que puedan procesar fuentes de información no tradicionales para determinar la solvencia, abriendo el acceso a servicios financieros a segmentos de la población previamente excluidos.
La preferencia creciente por los neobancos, especialmente entre las generaciones más jóvenes, es una tendencia a observar. Estos se distinguen por su agilidad, personalización y eficiencia en costos, impulsados por arquitecturas tecnológicas modernas y procesos digitalizados. Complementariamente, las finanzas generativas (GeFi) están ganando terreno. Esta tendencia se basa en la capacidad de las plataformas tecnológicas para analizar grandes volúmenes de datos, anticipar proactivamente las necesidades financieras de los usuarios y, en consecuencia, diseñar productos y servicios a medida. Para los CIOs, esto implica la necesidad de explorar plataformas de datos avanzadas y capacidades de aprendizaje automático para mantenerse a la vanguardia de la personalización de servicios.