En el transcurso de mi trayectoria como líder, he presenciado la magnífica fuerza
transformadora que surge al conectar con mujeres y hombres excepcionales en
diversos desafíos. Su influencia no solo ha moldeado mi enfoque de liderazgo, sino
que ha reforzado mi convicción inquebrantable de que juntos podemos lograr hazañas
extraordinarias. Cada reto superado y cada triunfo celebrado ha sido la base para
construir lazos sólidos de apoyo que han fortalecido mi capacidad de liderar con
determinación y empatía.
A lo largo de mi experiencia personal y profesional, he enfrentado obstáculos y
prejuicios arraigados en la sociedad, reflejados en un trato diferenciado basado
en el género. Sin embargo, estos desafíos han sido catalizadores para fortalecer
mi resiliencia y determinación ya que afrontar y vencer los desafíos inherentes a la
desigualdad de género ha sido una batalla constante y sin duda un impulsor de mi
empoderamiento y crecimiento personal.
Desde mi visión, el Día de la Mujer representa una valiosa oportunidad para
reflexionar sobre las brechas de género presentes en los entornos laborales y
renovar nuestro compromiso con la construcción de un mundo igualitario. Es un
llamado a fomentar ambientes inclusivos donde cada voz sea escuchada y valorada.
La colaboración entre mujeres ha sido un motor de aprendizaje invaluable en mi
camino. Un proyecto en particular me enseñó que la unión de talentos, la diversidad
de perspectivas y la empatía son los cimientos de un liderazgo femenino
exitoso. Juntas, hemos demostrado que la solidaridad y la cooperación son
herramientas poderosas para superar adversidades y alcanzar metas comunes.
Mi mayor enseñanza en liderazgo femenino para las generaciones venideras
radica en la importancia de la autenticidad, resiliencia y solidaridad. Inspirar a
otras mujeres a confiar en sí mismas, a encontrar su voz única y a apoyarse
mutuamente es el legado que anhelo dejar. El sendero hacia la igualdad de género
y el empoderamiento femenino requiere un compromiso colectivo, donde cada
logro individual contribuye al avance de todas.
El liderazgo femenino conlleva una trascendente responsabilidad social en términos de
promover la equidad de género y capacitar a otras mujeres. Como parte de este
compromiso, he tomado acciones concretas para fomentar la inclusión, impulsar el
desarrollo profesional de mujeres talentosas y crear espacios que fomenten su
crecimiento y liderazgo.
En resumen, el liderazgo femenino representa un sendero de resistencia,
colaboración y empoderamiento que desafía a derribar barreras, construir lazos
y transformar realidades. Cada logro, cada aprendizaje y cada gesto de solidaridad
nos acercan a un mundo donde el liderazgo femenino sea una fuerza inspiradora y
transformadora para todas las generaciones por venir.
Por Inês Eusébio, Head of Insurance and Health en NTT DATA Mexico