En un mundo en constante cambio, solo aquellos que se reinventan cada día, sobreviven en esta sociedad altamente competitiva; lo mismo sucede con las organizaciones, solo aquellas que aprenden día tras día de sus errores perduran en el tiempo. Las organizaciones inteligentes son aquellas que “aprenden a aprender” a través de personas que se preparan y se adaptan fácilmente a nuevos entornos sociales y profesionales.
La tecnología se convierte en un eje valioso de la organización al concebirla en conjunto con el trabajo, la comunicación y la producción de conocimiento, en una herramienta poderosa para favorecer los procesos de aprendizaje.
La cultura de aprendizaje en una organización puede reforzarse con la utilización de las últimas herramientas tecnológicas como la educación virtual o e-learning, forjar comunidades de aprendizaje a través de redes sociales internas, blogs, foros y plataformas donde los colaboradores tengan la posibilidad de homologar sus conocimientos, actualizar y/o construir nuevo conocimiento a partir del trabajo colaborativo, creando conexiones con un alto nivel de competitividad, logrando que el conocimiento crezca y fluya de manera natural. Sin embargo, las Organizaciones Inteligentes deben romper con algunos de los siguientes paradigmas:
– Capacitar a los empleados, pero no se les permite usar lo que saben.
– Crear una cultura de compartir y desplegar el conocimiento, pero cada uno de los empleados se guarda lo que sabe. En un mundo de conectividad global, la transferencia ni siquiera es una obligación sino una necesidad inminente.
– Aprender a través de cada uno de los proyectos, pero no comunicar las experiencias.
Cuando las organizaciones rompen estos paradigmas, abordan desde otra perspectiva la gestión del conocimiento y empiezan a entender este concepto como un recurso esencial para generar un nivel de interlocución válido que facilite la transferencia del conocimiento. La gestión del conocimiento no constituye por sí sola un cambio sustancial en la organización, debe ir acompañada de un trabajo interdisciplinar de las áreas de la compañía con mecanismos, metodologías y herramientas tecnológicas aplicativas que lo faciliten.
Open International Systems comparte que llevó a cabo su programa de educación virtual OPENSKY, con el cual certificó a más 340 colaboradores. Reconoce que esta nueva generación de profesionales, formados en un esquema de autonomía conceptual, está gestionando el cambio organizacional, y permite que exista una condición de aprendizaje continuo que asegure que el conocimiento fluya en la dirección correcta.
Hugo Ocampo, Gerente de Gestión Humana de Open International Systems