El COVID-19 es un virus biológico que se ha convertido en uno económico, social, financiero, anímico, psicológico y mucho más. En términos macroeconómicos aún no podemos vislumbrar su daño ni su longevidad. De acuerdo con las cifras disponibles, en el primer trimestre de 2020 (1T-2020), se documenta ya una desaceleración y una contracción económica México.
Si bien se anticipaba que 2020 sería un año en el que el desempeño de la economía mexicana compensaría el declive e incluso recesión que caracterizó al 2019, se augura que los aún incalculables impactos de la pandemia lo convertirán en uno de los más negativos en la historia económica y social.
Dinámica del PIB en el 1T-2020. Durante el 1T-2020, la dinámica del PIB mostró una contracción resultante de la recesión inducida por la política económica, además, impulsada a la baja por el coronavirus. Estimaciones del INEGI muestran una caída anual de 1.6% durante el periodo. Además, para todo el 2020 se anticipa una contracción anual de 7.3%. Sin embargo, día a día es necesario dar seguimiento a la evolución de las variables más relevantes, porque proyecciones y estimaciones en tiempos de convulsión pierden precisión, por mucho.
Ingresos móviles al alza. En franco contraste, la comercialización de servicios móviles (voz, datos y dispositivos) registraron un crecimiento de 11.8% durante el trimestre, razón 13.4 puntos porcentuales más que la actividad económica nacional. En términos absolutos, el mercado generó ingresos por $74,045 mdp, atribuible a un marcado ascenso (18.0%) en los ingresos provenientes de la venta de equipos y del alza en el componente de los servicios de 9.1%.
Líneas móviles en ligero ascenso. En el 1T-2020, se empezaron a hacer sentir los efectos del coronavirus en el número de líneas, al reducirse las adiciones netas, tras imponerse el distanciamiento social, el cierre de puntos de venta y otras medidas restrictivas para evitar el contagio. Así, se contabilizaron un total de 123.8 millones de líneas, que representa una penetración de 97.8 líneas por cada 100 habitantes, lo que aproxima al país al emblemático pero evasivo coeficiente de penetración móvil de 100%, que se había previsto alcanzar durante el primer semestre de 2020, pero difícilmente se logrará en las condiciones de semiparálisis social imperantes.
Estructura del mercado: continuada reconcentración. En términos de ingresos, el mercado móvil registró una trayectoria de escalada en la participación de mercado del agente económico preponderante en telecomunicaciones (AEP-T), visible en los tres últimos años. Así, sigue ascendiendo de un coeficiente de 68.2% del total en el 1T-2017, a otro de 72.1% en el 1T-2020, un aumento de 3.9 puntos porcentuales. En términos de líneas, registró una reconcentración en los dos trimestres más recientes a favor del AEP-T para alcanzar un nivel de 62.4% del total.
Mercado móvil aún acíclico. La dinámica del mercado móvil muestra signos aún de crecimiento acíclico. No obstante, la dimensión de los impactos, tanto para la economía como para la industria, todavía no llega a observarse, al tener lugar, en lo principal, en el 2T-2020.
Para afrontar esta situación, los operadores en el mercado han implementado diversas estrategias para adaptarse a las nuevas circunstancias y permanecer cercanos a sus clientes.
Estos mecanismos mitigarán parcialmente las afectaciones que tendrán lugar en el mercado, sin embargo, se prevé que difícilmente lograrán revertirse.
-Ernesto Piedras, The Competitive Intelligent Unit