Oracle VirtualBox y VMware Workstation han estado en disputas desde hace varios años. VirtualBox ocupa la esquina “libre y de código abierto” del ring, mientras que VMware Workstation es una aplicación comercial patentada. En cuanto al precio, Workstation generalmente ha ganado en características y rendimiento, al tiempo que proporciona integraciones con el resto de la línea de la virtualización de VMware.
Pero fundamentalmente los dos productos son muy similares. Ambos se ejecutan en Windows o Linux, y ambos soportan una amplia gama de clientes de Windows, Linux y Unix. (VirtualBox también se ejecuta en OS X, mientras que VMware ofrece Fusion para las Mac.) Tanto VirtualBox como Workstation les permiten crear amplias máquinas virtuales y complejas redes virtuales. Ambos le permiten tomar tantas instantáneas de máquinas virtuales como se puedan almacenar, y le dan una línea de tiempo gráfica para navegar entre ellas. Ambos soportan enlaces clones, que establecen copias de las máquinas virtuales en las instantáneas para ahorrar espacio en el disco.
En resumen, VirtualBox y Workstation son las formas más capaces para ejecutar máquinas virtuales en el escritorio. Con la versión 5.0, VirtualBox cierra algunas de las brechas. ¿Qué tan alto se ha elevado la valla? Lo suficientemente alta para mantener a VirtualBox en competencia al extremo inferior del mercado de VMware Workstation, aunque no lo suficiente como para que sea un sustituto individual para los usuarios que quieren desempeño a nivel de Workstation.
VirtualBox 5.0 de Oracle
Por lo general VirtualBox se ha distinguido como la alternativa libre a VMware Workstation, aunque su función de lista no era tan completa ni su desempeño fue tan ágil como la de su competidor comercial. Con la versión 5.0, las nuevas características están dirigidas principalmente a hacer que el trabajo diario sea más suave.
Eso no quiere decir que la mejora del rendimiento no estuvo en la agenda. VirtualBox 5.0 añade soporte de paravirtualización para los invitados de Windows y Linux. La paravirtualización permite que los sistemas operativos invitados lleven a cabo ciertas acciones directamente en el hardware huésped a través de una API expuesta en el host, aunque el invitado tiene que conocer la paravirtualización para que esto funcione. La buena noticia es que los principales sistemas operativos -Windows, Linux y FreeBSD, por ejemplo- puede hacer todo esto. El usuario puede elegir qué interfaz de paravirtualización utilizará con una MV determinada (como Hyper-V o KVM) o permitir que VirtualBox lo decida de forma automática.
¿Cuánto aumento en el rendimiento proviene de esta función? Uno modesto, desde el aspecto de la misma. Ejecutando un cliente de Windows 7, emulando cuatro núcleos y 4GB de RAM en una CPU Intel Core i7-3770K, PassMark Performance Test 8.0 generó entre 1270 y 1460 para la puntuación global en función del modo de paravirtualización utilizado. Oracle señaló que “la funcionalidad actual de paravirtualización es sobre todo [por el bien de] la mejora del cronometraje (acceso más barato a TSC)” y, en otras palabras, no espere mucho “se puede esperar una pequeña mejoría, pero no sería significativa”, -y en la mayoría de los casos, querrá dejar que VirtualBox elija automáticamente el modo de paravirtualización a utilizar para obtener los mejores resultados.
La mayor parte de las nuevas características de VirtualBox 5.0 son menores pero útiles, como la capacidad de arrastrar y soltar entre anfitrión y MV.
Otra nueva característica, más o menos en el mismo sentido, es un soporte más amplio por el cual las instrucciones de CPU pueden ser utilizadas por el cliente, con lo que mejora el rendimiento de las aplicaciones que se basan en un punto flotante, cifrado y operaciones de números aleatorios. Sin embargo, otra nueva y ansiada adhesión es el soporte para USB 3.0. Los huéspedes pueden conectarse directamente y trabajar con dispositivos USB 3.0 que se encuentran en el host y operar con ellos a toda velocidad 3.0. (VMware Workstation ha soportado USB 3.0 desde su versión 9.)
VMware Workstation ha sostenido durante mucho tiempo el liderazgo en términos de soporte para alojar hardware, y estas adiciones hacen poco para cambiar eso. Por ejemplo, VMware Workstation 10 añade soporte para sensores de orientación, que siempre están presentes en el host (es decir, Microsoft Surface Pro) -útil para probar aplicaciones en el hardware de la tableta. VirtualBox añadió soporte para pantallas táctiles en 4.3, pero todavía no soporta otras características móviles en hardware. Una adición de hardware que aterrizó en VirtualBox 5.0 es el soporte para conexiones SATA -útil si desea simular el intercambio directo de almacenamiento en una máquina virtual (por ejemplo, para probar la solidez de una aplicación ante este tipo de eventos).
Una mejora que tendrá un impacto inmediato, independientemente de qué aplicaciones se estén ejecutando, es el soporte para arrastrar y soltar. Los archivos y carpetas ahora se pueden mover entre el anfitrión y los invitados arrastrándolos y soltándolos desde o hacia la ventana de MV del invitado. Ya no se tendrán que crear recursos compartidos de archivos anticuados entre huéspedes y anfitriones, y no habrá peculiaridades inesperadas -simplemente funciona entre todas las plataformas de acogida y los sistemas operativos invitados compatibles (Windows, Linux y Oracle Solaris). Claro, es otra de las características que se pone al día (Workstation ha contado con el soporte de arrastrar y soltar durante mucho tiempo), pero es un complemento indispensable.
Otra característica útil con la que se pone al día es el cifrado de la unidad. Antes, si quería ejecutar máquinas virtuales con discos virtuales encriptados, tenía que implementarlos por su cuenta, ya sea por medio de cifrado de la unidad en el host o ejecutando un sistema operativo que tenía soporte nativo para ello. Ahora VirtualBox puede encriptar imágenes de unidad por sí mismo utilizando los algoritmos AES-128 o AES-256, y el cifrado se puede realizar a través de la línea de comandos o en la GUI. Tenga en cuenta que las máquinas virtuales tienen que apagarse para realizar el cifrado o descifrado; las unidades no se pueden cifrar en una VM en vivo.
VirtualBox no ha tenido una historia de integración con productos de virtualización en servidor o basados en la nube similar a la integración de VMware Workstation con VMware vSphere y vCloud Air. A pesar del discurso de Oracle sobre convertirse en una empresa de nube, no hay ninguna señal de que VirtualBox esté haciendo en un front-end para cualquier tipo de solución de virtualización basada en la nube. La opción más cercana en esa línea hasta el momento ha llegado de un tercero. Hyperbox, un proyecto de código abierto, “tiene como objetivo proporcionar una alternativa libre a los productos comerciales como VMware vCenter/ESXi” utilizando a VirtualBox como el hipervisor.
En el lado positivo, los usuarios de VirtualBox pueden recurrir a integraciones prácticas con herramientas como Vagrant y Docker. Y el soporte integrado en VirtualBox para una variedad de formatos de disco virtuales -VMDK (VMware), VHD (Microsoft), HDD (Parallels), QED/QCOW (QEMU)- hacen que sea útil probar una amplia gama de tipos de máquina virtual. No hay necesidad de descargar una utilidad de conversión separada, la cual se requiere para VMware Workstation.
VMware Workstation 11
VMware Workstation se ha mantenido durante mucho tiempo a flote a fuerza de tres características: su rendimiento, su estrecha integración con otros productos de VMware, y su serie de características convenientes para hacer que el proceso de establecer y trabajar con máquinas virtuales sea más automático. La última revisión de Workstation básicamente pule y actualiza esos aspectos del programa y algunos otros, pero introduce pocas cosas que sean revolucionarias.
Con Workstation 11, VMware aceleró sus funciones de emulación de hardware, habituales para cada nueva versión del programa. La versión 11 incluye soporte para las nuevas instrucciones de procesador Haswell de Intel, un nuevo controlador de emulador xHCI y nuevos controladores de redes. VMware afirma “hasta 45% mejora” para los programas que utilizan las instrucciones Haswell.
Muchos de los otros cambios en Workstation 11 son retoques de las características. Las MVs ahora pueden utilizar hasta 2GB de memoria de vídeo, siempre que le sobren al anfitrión; VirtualBox todavía alcanza un máximo de 256MB de video. Y Workstation 11 ahora es compatible con el arranque EFI -una capacidad que VirtualBox ha tenido desde la versión 3.1, aunque solo sea de forma explícita experimental. Tanto VMware como VirtualBox anuncian un mejor soporte para pantallas con alto DPI en su última versión.
VMware Workstation 11 trae retoques y mejoras en una serie de características, pero no hay avances revolucionarios respecto a su predecesor. Todavía ofrece un mejor rendimiento general (al menos con los clientes de Windows) que VirtualBox.
VirtualBox 5.0 vs VMware Workstation 11
VMware todavía reina en el rendimiento, sobre todo en términos de gráficos. Workstation 11 acumuló 683 y 1030 por sus partituras gráficas Passmark 2D y 3D, donde VirtualBox alcanzaba 395 y 598, respectivamente. La velocidad de la CPU en Workstation 11 también fue más rápida, ya que reclamó una puntuación de 6.774 CPU ante un recuento de VirtualBox en el rango de 4.500 a 5.500, en función al modo de paravirtualización que estaba en uso (el modo de fábrica produjo los mejores resultados).
Otra área en la que Workstation permanece arriba es la facilidad de creación y funcionamiento de las máquinas virtuales. Workstation 11 agiliza la instalación de muchos sistemas operativos comunes, incluyendo varios nombres conocidos de las distribuciones de Linux y de Windows. Proporcione algunos detalles por adelantado, como clave de licencia del sistema operativo, y Workstation se encarga de todo lo demás automáticamente, incluyendo las adiciones de cliente. Es un gran ahorro de tiempo y una característica que siempre he querido en VirtualBox.
Por último, la integración de Workstation con el resto del universo VMware lo hace un caso convincente para las tiendas de VMware. Workstation 9 proporciona integración con VMware vSphere (incluido ESX/ESXi y vCenter Server), que le permite crear, editar y ejecutar máquinas virtuales en hosts remotos de VMware. Workstation 11 añade integración vCloud Air, permitiendo que Workstation sirva como interfase para la nube pública de VMware. Algunas otras características de Workstation que no hicieron eco en VirtualBox, como la conversión física a virtual, también forma parte de este conjunto.
Si está en una organización que cuenta con una inversión existente en VMware o si tiene dinero para gastar, VMware Workstation sigue siendo la opción sensata. Ofrece un aspecto más pulido, una mayor facilidad de uso, y un mejor rendimiento.
VirtualBox tiene sus ventajas, no menos importantes del hecho de que está disponible gratis bajo una licencia de código abierto. Con la adición de soporte para la paravirtualización, USB 3.0, y la opción de arrastrar y soltar entre anfitriones e invitados, está más cerca que nunca de Workstation. Para aquellos con presupuesto, sus deficiencias menores son fáciles de pasar por alto.
-Serdar Yegulalp, InfoWorld (EE.UU.)