El exCEO de RIM, Jim Balsillie, quería cambiar en profundidad el planteamiento del fabricante de móviles para eliminar su dependencia del hardware BlackBerry y pasar a un modelo basado en la externalización de los servicios de datos, según informaron fuentes anónimas a Reuters.
De acuerdo a los detalles de dicho plan, las compañías de telefonía móvil pagarían a la empresa para administrar los datos y mensajes a través de su red, accesible no solo para dispositivos BlackBerry como en la actualidad, sino también para terminales Android, iPhone o Windows Phone.
Tal estrategia se separa del núcleo de la empresa, fundamentado en los pilares de una red de datos y software específicamente diseñados para los smartphones BlackBerry. Aunque el proyecto no implicaba el abandono definitivo de estos móviles, los informes no dejan del todo claro cómo hubiera afectado esta estrategia al desarrollo del hardware de la compañía.
Sin embargo, la otra mitad del equipo directivo de RIM, el también coCEO de la empresa Mike Laziridis, y el que sería su sustituto, Thorsten Heins, se opusieron firmemente al plan, lo que llevó a Balsillie a abandonar su puesto de consejero delegado.
El plan fue recibido positivamente al parecer, por algunos distribuidores a pesar de la interrupción vergonzosa sufrida por la red de la compañía en octubre de 2011, que parecía poner en duda la fiabilidad de la red que se pretendía vender como base de estos servicios de datos.