La población total fue estimada en alrededor de 131 millones, siendo el segundo país más poblado de América Latina. Mas allá del aumento constante en la cantidad de habitantes, en 2023 se redujeron las diferencias entre sexos.

México, ha experimentado cambios significativos en su perfil demográfico a lo largo de las últimas décadas. Según el último informe de Statista, el país está recorriendo una era de transición demográfica. 

Se espera que la población de México continúe creciendo hasta alrededor de 140 millones para 2050, antes de estabilizarse. Esta evolución incluye un aumento notable en la proporción de personas mayores, mientras que la fracción de jóvenes disminuirá.

El bono demográfico: una oportunidad

El bono demográfico – que refiere a las condiciones demográficas ideales para lograr el desarrollo económico como consecuencia del equilibrio beneficioso entre la población activa (jóvenes y adultos), la población dependiente (niños y personas mayores) y el saldo migratorio – de México, un fenómeno que comenzó en 1972 ha presentado cambios.

La estructura de la población ha cambiado dramáticamente y ha impactado, en el bono demográfico, de forma negativa. El mismo se ve afectado por un constante cambio de la tasa de crecimiento demográfico (en especial en el lapso que va de 2015 a 2022) y en especial por el aumento del índice de envejecimiento, la esperanza de vida ha aumentado de 69 años en 1970 a 75 años en 2020, aunque con variaciones regionales y de género.

Uno de los aspectos más notables ha sido la reducción en la tasa de fecundidad, 25% menos que en 2013, con diferencias regionales evidentes. En algunas áreas urbanas, la tasa ha caído por debajo del nivel de reemplazo, mientras que en regiones rurales permanece más alta. Factores como el mejor acceso a la educación y a métodos anticonceptivos han jugado un papel crucial en esta transición.

Otro aspecto para tener en cuenta es la migración, componente esencial en la conformación del tejido sociodemográfico de cualquier país. Tanto interna, alrededor del 80% de la población vive en áreas urbanas – ciudades como Ciudad de México y Monterrey siguen atrayendo a una población más joven – como externa, ya que cuenta con el porcentaje más elevado de población emigrante de todo América Latina. 

La migración redefine la distribución y las necesidades poblacionales. El desempleo, junto con la búsqueda de seguridad en medio de la violencia, ha motivado a muchos a buscar nuevos horizontes, afectando la dinámica económica.

Mirando hacia el futuro, las proyecciones sugieren un crecimiento constante de la población hasta 2053, en donde se da el tope de crecimiento demográfico. Se espera que el número de personas mayores de 65 años supere el 20% del total de la población, una transformación que requerirá ajustes en los servicios de salud y sociales. 

Esta tendencia plantea preguntas críticas sobre los recursos, la infraestructura y las políticas públicas necesarias para sostener y mejorar la calidad de vida de los mexicanos. 

La adecuada canalización de inversiones hacia sectores clave refleja una estrategia integral que busca mejorar la calidad de vida de todos los mexicanos y fortalecer la economía del país en el largo plazo

Plantean desafíos cruciales para la planificación y las políticas públicas en México. La atención a los mayores, la adaptación del mercado laboral y la infraestructura urbana serán áreas clave de enfoque para asegurar un futuro sostenible.

Avances significativos en la reducción de la brecha de género

Dentro de este informe, uno de los aspectos positivos es que a pesar de que México ha experimentado aumentos significativos en su demografía, ha logrado la disminución de la brecha de género, marcando un progreso notable hacia la igualdad entre hombres y mujeres. 

De acuerdo con el Índice Global de Brecha de Genero del Foro Económico Mundial (WEF 2023), México se destaca cómo el país que ha avanzado en áreas clave como la participación económica, educación, política y salud. 

El país posee una brecha de género del 76.5%, se ubica en la posición 33 del ranking a nivel global y en la posición 6 del ranking a nivel continente americano, solo por detrás de Nicaragua (6), Costa Rica (14), Jamaica (24), Chile (27) y Canadá (30)

Se utiliza para comprender en qué medida están repartiendo los recursos y oportunidades del Foro de forma ecuánime entre hombres y mujeres en los 142 países que analiza y así poder compararlos

El Índice investiga y tiene en cuenta las siguientes áreas:

• Participación económica y oportunidad: salarios, participación y empleo altamente capacitado; 
• Educación: acceso a niveles de educación básicos y más elevados;
• Participación política: representación en las estructuras de toma de decisiones;
• Salud y supervivencia: expectativa de vida y proporción hombres-mujeres

La participación de las mujeres en el mercado laboral y su creciente presencia en roles de liderazgo han sido fundamentales. Además, la educación ha jugado un papel crucial, con un aumento en la tasa de escolarización femenina y una disminución en la desigualdad educativa.

La representación política femenina ha crecido significativamente, reflejando un cambio en la dinámica de poder y en la toma de decisiones en México. La presencia de mujeres en cargos públicos y su participación en la política nacional son claros indicadores de este avance.

En el ámbito de la salud, se han observado mejoras en la atención médica y en las condiciones de vida de las mujeres, lo que ha contribuido a una mayor esperanza de vida y bienestar.

Este progreso en la reducción de la brecha de género no solo mejora la calidad de vida de las mujeres mexicanas, sino que también fortalece la sociedad en su conjunto, demostrando que la igualdad de género es esencial para el desarrollo integral de un país.

– Investigación realizada por El Mejor Trato