La posición de la persona responsable de TI y la líder de la empresa están íntimamente vinculadas, sobre todo con el actual contexto de digitalización, que ha cambiado el rol del CIO en la junta directiva y que difumina la frontera entre TI y negocio.
En este entorno, hay diversas cuestiones dentro del trabajo del CEO que implican directamente al líder de la parte de sistemas e infraestructura. Gartner distingue tres: reglobalización, desaceleración económica e indecisión digital, que deben enfrentarse en los próximos 12 a 18 meses.
En relación a la reglobalización, la firma de análisis apunta al actual proceso de reconfiguración mundial de las relaciones comerciales. Esto conlleva un replanteamiento de los límites y vínculos entre países, que impacta en los negocios en la forma de nuevos aranceles, cuotas y otros controles del comercio internacional y se convierte, así, en una importante preocupación para el o la CEO.
La persona responsable de TI puede ayudar con la introducción de herramientas de ciencia de datos que ayuden a identificar localizaciones o relaciones favorables. El uso de la nube ayuda a una mayor movilidad geográfica y a garantizar la ejecución en cualquier ubicación.
Los análisis actuales de la situación económica apuntan a la posibilidad de una ralentización del crecimiento y de las ganancias. También aquí el papel del CIO pasa por la identificación de nuevas claves de productividad, además de incorporar herramientas de innovación que impulsen el negocio.
En relación al propio proceso de transformación digital, Gartner detecta en su informe 2019 CEO Survey: The Year of Challenged Growth que parte de los máximos responsables de las empresas no están comprometidos con los proyectos de este tipo o muestran reticencias, bien porque no controlan el área en el que se desenvuelven las iniciativas, bien por las exigencias de gasto o cambios que requiere.
El CIO debe evitar que estos factores influyan hasta el punto de paralizar la evolución tecnológica. Parte de su tarea pasa por ayudar a fomentar lo que denominan la “visión digital a largo plazo de su organización”, en la que queden definidos los objetivos y capacidades que derivarán del proceso en el corto, medio y largo plazo.