Las últimas investigaciones realizadas por Jonathan Koomey, investigador de la Universidad de Stanford, han concluido con un dato que dispara en la línea de flotación de cómo se gestionan los centros de datos. Y es que, el alto porcentaje de servidores en estado zombi, constituye un indicativo masivo a nivel de lo poco eficientemente que se gestionan y operan los centros de datos.
Los investigadores que participaron en el proyecto recogieron datos procedentes de TSO Logic, un desarrollador de software orientado al uso eficiente de la energía, que recopiló información de cerca de 4000 servidores alojados en centenares de centros de datos. Un servidor se considera comatoso cuando no ha realizado ninguna operación a lo largo de los últimos seis meses. Se trata de una acusación masiva con respecto a cómo se gestionan y operan los centros de datos, señaló Koomey, al tiempo que afirmó que el problema dista mucho de radicar en aspectos técnicos.
En el año 2008, McKinsey & Co. publicó un informe en el que afirmaba que el 30 por ciento de los servidores de los centros de datos eran cadáveres funcionales. El descubrimiento de McKinsey fue corroborado por el Instituto Uptime en 2012, quien llegó a la misma conclusión del 30 por ciento basándose en datos extraídos de sus clientes.
En 2014, Uptime rebajó la cifra al 20%, pero esta variación se atribuye a la variabilidad de los datos procedentes de encuestas y no tanto a que la situación general hubiese alcanzado una mejora sustancial desde 2012. Koomey, sin embargo, advierte de que mientras McKinsey y Uptime dan importancia a fragmentos de información, se necesita un trabajo todavía más ingente a la hora de refutar dichos datos.
Koomey argumentó que su plan pasa por continuar trabajando en su TSO Logic y en la producción de informes que reflejen información todavía más exhaustiva y completa. El software TSO evalúa el tipo de uso que realiza cada servido, además del volumen y calidad de la información que intercambia cada servidor.
IDC estimó que en el mundo hay alrededor de 41.4 millones de servidores operando; una cifra que con toda probabilidad se incrementará hasta alcanzar los 42.8 millones de unidades a finales de este año.
– Marga Verdú, Network World